La guerra de las corrientes

La disputa entre Nikola Tesla y Thomas A.  Edison.

Imagina que en cuestión de minutos puedas diseñar una máquina en tu mente, cada una de sus partes y sus engranes, su estructura y propósito; para después poder crearla y descubrir que funciona.

       El croata Nikola Tesla (1856-1943), podía hacerlo desde que era un niño, tenía una memoria eidética. Es decir, una super memoria, en la que una persona puede recordar objetos o imágenes con suma precisión, aunque sólo los haya visto durante poco tiempo. En una anécdota de su infancia, se cuenta que estaba muy enfermo de cólera, casi a punto de morir. Entonces, le prometió a su papá que si se curaba se iba a convertir en un ingeniero. Su padre acabo respetando el deseo de su hijo aun cuando él había jurado que si se curaba lo iba a meter de sacerdote en la iglesia ortodoxa. Desde muy temprana edad Tesla, descubrió su pasión y dedicó su vida a ella. El soñaba con que sus invenciones sirvieran para poder beneficiar a la humanidad, con una responsabilidad hacia el medio ambiente, muy adelantada para su época. Era un visionario.

“La ciencia no es más que perversión en sí misma a menos que tenga como objetivo último mejorar la humanidad" Nikola Tesla    

          Mientras tanto, el estadounidense Thomas Alva Edison (1847-1931), tuvo problemas en la escuela, ya que un profesor lo señaló como inestable y desordenado. Su mamá, quién era maestra, creyó en su hijo y prefirió sacarlo de la escuela. Fue en la biblioteca de su padre, que a los nueve años empezó a leer Los principios de Newton. A partir de ahí se le ocurre construir su primer laboratorio en la bodega familiar y se dedica a sus experimentos e invenciones. A pesar de las explosiones y fallas constantes, su familia lo deja entregarse de lleno a su pasión debido a su confianza y seguridad.  Muchos de sus inventos fueron desarrollados a través de bocetos.

Desde los doce años, Edison empieza como vendedor ambulante de diarios, luego empieza a trabajar como telegrafista instalando pequeños laboratorios en la empresa donde trabaja, porque siempre quiere ir más rápido que los demás.  A los veintiún años construyó una máquina para votar, pero a los políticos no les gustó nada porque iba demasiado rápido.  Así, comprendió que tenía que dedicarse a inventar sólo cosas útiles para que pudiera lograr tener apoyo de inversionistas y hacer realidad sus inventos. Fue en 1878, que tuvo la idea de encerrar un filamento de platino en un globo de vidrio y curvarlo, creando así la bombilla eléctrica. Más adelante, se aliaría con J. P Morgan un poderoso banquero y; así fue como nació General Electric, compañía que tenía como misión llevar la energía eléctrica a todo el país.

       Tesla estudió en la Universidad Politécnica de Graz, en Austria y en la de Praga. Ingresó a trabajar en la compañía telefónica de Viena y, después se trasladó a París donde trabajó en la compañía de Edison. Charles Batchelor, su último jefe de Europa le recomienda ir a Nueva York para trabajar directamente con Edison. Fue en 1884, que emigró de París a la Gran Manzana, el mismo año que la torre Eiffel.  "Conozco a dos grandes hombres, y usted es uno de ellos. El otro es el joven portador de esta carta", fue la carta de Batchelor con la que llegó Tesla a trabajar con Edison.

     Fue contratado, pero no fue una relación placentera. La disputa y el celo empezó de inmediato. Edison no iba a dejar que un extranjero le quitará fama. Él quería impulsar la corriente continua y Tesla la corriente alterna. La colaboración entre ambos duró solamente seis meses. Tesla renunció y Edison no le pagó los 50,000 dólares que prometió pagarle si mejoraba sus generadores de corriente continua, argumentando que era un inmigrante y que tenía que conocer las bromas americanas. Ni siquiera accedió a aumentarle el salario, como se lo pidió Tesla, quien renunció en ese momento.

       El croata atraviesa por una temporada muy dura económicamente, en la que apenas y tiene para subsistir; hasta que el inventor de los frenos de aire, Westinghouse, le compra sus patentes. Empieza una colaboración de varios años, en la que por fin Tesla tiene un respiro económico, además de que ambos tienen como objetivo promover la corriente alterna. Logran utilizar esta corriente en la central hidroeléctrica de las cataratas del Niagara, lo que ayudaría a electrificar gran parte del mundo.  Fue una época de reconocimiento y de mucha prosperidad para el genio croata, quien dio una conferencia con los más prestigiosos ingenieros de la época, dónde encendería bombillas con tan sólo ponerlas en un campo electromagnético; demostrando que se podía compartir electricidad sin necesidad de cables.

      Edison, recorrió Estados Unidos argumentando los peligros de la corriente alterna, llegó a electrocutar perros y gatos para probarlo. Incluso, en 1903, propuso que se matara con una descarga de corriente alterna a la elefante Topsy, por haber causado la muerte de tres personas. En realidad, es el inventor de la bombilla el precursor de la silla eléctrica. 

      Cuando Westinghouse termina en la bancarrota y le pide a Tesla que renuncié a las regalías que tiene por sus inventos, Tesla lo hace como agradecimiento a todo el apoyo recibido por quién había apostado por sus invenciones. A partir, de ahí su economía volvió a ser inestable en varios periodos de su vida.

Tesla llegó a crear alrededor de 300 patentes entre ellas: la bobina de Tesla, el control remoto, hizo estudios sobre los rayos X, pionero en robótica, primeras lámparas de bajo consumo de energía, desarrollo de aviones con despegue en vertical, innovadores diseños de velocímetros para autos e hizo posible la transmisión inalámbrica de la electricidad. Según Marc Seifer, “el sistema completo de comunicación de masas se basa en el sistema de Tesla”.  

     El gran sueño de Tesla era utilizar la energía de corriente alterna, como energía libre para poder iluminar todos los rincones de la tierra, sin necesidad de cablear todo el mundo. Es decir, utilizando la conductividad de la ionosfera, la capa superior de la atmósfera. Con el objetivo de poderla distribuir gratuitamente y para el beneficio de todo el mundo. Por ese motivo construyó la torre de Tesla, una torre de sesenta metros, con la que quería demostrar que se podía recibir y enviar información sin necesidad de cables.  Sin embargo, no pudo terminar de construirla por falta de presupuesto y, dicha torre fue derribada.

        Edison, en cambio, llegó a registrar 1093 patentes, aunque tuvo muchos colaboradores y asistentes en sus creaciones y también compró algunas de éstas. Según DeGraaf, el archivista del parque histórico nacional de Edison en Nueva Jersey, lo más trascendente del genio estadounidense, no son sus inventos o la tecnología específica que desarrolló, sino sus fábricas de innovación en dónde se repartía y dividía el trabajo en pequeñas tareas.  

     Al final, la corriente alterna ganó, ya que tenía la ventaja de poder utilizarse para transportar la energía a lo largo de grandes distancias. Lo más curioso, fue que el mismo Edison, acabo utilizando y generando plantas de corriente alterna, en vez de corriente continua. Mientras tanto Tesla, no tuvo ningún beneficio económico y su sueño de implementar la energía libre no fue llevado a cabo, que hubiera resultado en un menor costo tanto económico como ambiental, fue relegado al olvido.  

      “Todo mi dinero lo he invertido en experimentos, para realizar nuevos descubrimientos que permitan a la humanidad vivir un poco mejor” Nikola Tesla

      Si Edison hubiera dejado a Tesla implementar la energía libre, le habría costado revisar todo su sistema industrial, renunciar a varias de sus regalías por sus patentes y además muchos otros sectores como el del cobre, se hubieran visto afectados.

      Por muchos años, la figura de Tesla cayó en el olvido mientras que la de Edison tuvo toda la fama y prestigio como el padre de la bombilla, el fonógrafo y las imágenes en movimiento. Al final de sus días, Tesla murió de manera solitaria en el cuarto de un hotel de Nueva York.